A menudo en Guadalvisión atendemos consultas de padres que sospechan que su hijo podría ser miope. Lo cierto es que es algo bastante común entre la población infantil resultando absolutamente necesario un diagnóstico precoz con objeto de frenar el desarrollo de este defecto visual.
En ocasiones es incluso el entorno escolar donde se percibe la primera voz de alarma, siendo maestros y profesores los que sugieren a los padres que soliciten la valoración de los expertos para que les ayuden a determinar posibles complicaciones visuales que pudieran estar frenando el correcto desarrollo escolar de los pequeños.
Signos evidentes que no debes pasar por alto si sospechas que tu hijo podría ser miope.
Pero comencemos sabiendo de qué hablamos exactamente cuando nos referimos a la miopía.
Considerada como un «error de refracción», la miopía impide que el individuo pueda enfocar correctamente los objetos que se encuentran a una distancia media o larga mientras que es capaz de ver de forma nítida y perfecta todo lo que se encuentra cerca o muy cerca.
Los miopes no pueden leer correctamente carteles algo alejados en la carretera, textos de una pizarra cuando no están en las primeras filas de pupitres o reconocer rostros a una cierta distancia que normalmente no implicaría dificultad para ser identificados.
En un elevado porcentaje, la miopía infantil es hereditaria. Algunos estudios demuestran que cuando al menos uno de los progenitores es miope, 1 de cada 3 niños también lo será, o si ambos padres lo son, existe un 50% de probabilidades de que su hijo o hija lo sea igualmente y desde temprana edad.
El problema durante la infancia es que los niños no son conscientes de que no ven correctamente de lejos, llegando incluso a acostumbrarse y dar como buena la defectuosa visión a distancia con la que cuentan. Es por ello que estar pendientes ante determinadas señales de aviso es determinante para diagnosticarlo a tiempo y proceder a su tratamiento tanto para corregir como para ralentizar el avance.
¿Cómo sabremos si sus gestos y acciones nos indican que nuestro hijo podría ser miope?. Veamos algunos inequívocos:
- Los objetos lejanos los confunde o no los identifica: no es capaz de leer lo que el resto estamos viendo con nitidez, o no saluda a familiares o amigos hasta que ,los tiene bastante cerca.
- Entorna o, como comúnmente conocemos, «achica» los ojos con la intención de mejorar el enfoque de la imagen lejana. Es muy frecuente que esto lo alternen con el gesto repetitivo de frotarse los ojos.
- En el entorno escolar tienen problemas de atención, de comprensión, de lectura… lo que incide de forma directa en un bajo rendimiento en clase.
- Tiene la costumbre de acercarse en exceso a las pantallas de la TV, móviles, tablets, libros, revistas, fotos…
- Los dolores de cabeza son bastante frecuentes.
- Abusa de un parpadeo repetitivo y constante.
Es imprescindible que ante la duda, acudamos al especialista para que valoren a nuestros hijos a fin de determinar si efectivamente padece miopía.
La corrección de esta deficiencia visual es fácil a través del uso de gafas graduadas y lentillas que ayuden a mejorar el enfoque de los objetos lejanos.
El uso limitado de los dispositivos electrónicos y la realización habitual de actividades al aire libre son un importante aliado para ayudar en su control.
En Óptica Guadalvisión te ayudamos ante la sospecha acerca de si tu hija o hijo podría ser miope y ponemos a tu disposición la experiencia y profesionalidad de un equipo de expertos junto a los mejores medios técnicos actuales.
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