Pero quién es este Eustaquio, que tantas veces hemos oído nombrar. Este es un conducto que conecta el odio medio con la faringe, sus funciones son vitales tanto para la audición como para drenar líquidos como los mocos o desechos que se producen en el oído.
El tubo en cuestión mide unos 3 o 4 cm, y dependiendo de su posición anatómica, producirá más o menos problemas, ya que este cambia de posición. Cuando eres niño, se encuentra más horizontal por lo que el drenaje de mocos, es más complicado. Piensa que se encuentra en la parte de atrás de la nariz o garganta, así cuando un niño se resfría toda esta zona se llena de moco y afecta al oído, por eso nuestros pequeños sufren problemas de otitis media, y a su vez afecta a la audición. Por suerte, la disposición de tubo va cambiando y se pone más vertical, así que la gravedad ayuda a que no se acumulen tanto en esta zona.
Otras funciones son, la de ventilar y ayudar a equilibrar las presiones a ambos lados del tímpano, cuantas veces hemos subido en coche una carretera de montaña y hemos notado que los oídos se taponan, por eso para desobstruir
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Normalmente cuando sufrimos un resfriado de vías altas, todos los conductos se llenan de líquidos, por lo que tenemos que tener especial cuidado para que no se infecten, por lo que deberemos de beber mucha agua, así facilitaremos que los mocos no sean tan espesos, y sea más fácil su extracción.
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