La mayoría de los padres son conscientes de que deben proteger la piel de los niños de la exposición solar. Sin embargo, no están tan familiarizados con el hecho de que la radiación UV del sol también puede acarrear consecuencias negativas para su salud visual. La radiación UV, al igual que provoca daños en la piel puede ser muy perjudicial para la salud ocular y entre otros problemas, ocasionar daños en la córnea (queratitis) y la retina.
Los niños, al igual que los adultos, deben de proteger sus ojos de la exposición solar. Además del sol, el uso de las gafas también puede evitar la entrada de cuerpos extraños en los ojos. Por ejemplo, la arena cuando están jugando en la playa.
¿Cuándo empezar a utilizarlas?
Proteger los ojos de nuestros hijos de la radiación solar es fundamental para su salud ocular.
El uso de gafas de sol se recomienda desde los seis meses de edad. Pero puede resultar difícil que un bebé menor de 1 año tolere llevar gafas de sol. Pero a esta edad nos resulta fácil protegerlos adecuadamente de la exposición directa al sol mediante la capota del carrito o el uso de sombreros o gorritos. En general, cuando ya caminan y a los padres nos resulta más difícil protegerlos tanto deberían empezar a usar gafas de sol. Hay que tener en cuenta que los sombreros o gorras evitan la radiación directa en los ojos pero no son eficaces para protegerlos de la radiación que se refleja en el suelo, arena, nieve, etc.
Es importante que los niños utilicen gafas de sol
Al elegir unas gafas de sol adecuadas para nuestro hijo es importante tener en cuenta una serie de factores. Lo más recomendable es que nos asesoramos adecuadamente en una óptica donde nos ayudarán a elegir las gafas de sol que mejor se adapten al niño.
¿Qué debemos tener en cuenta al elegir unas gafas de sol para nuestro hijo?
En el caso de los niños, las gafas de sol deben adaptarse a sus necesidades.
- Las gafas de sol deben ser del tamaño adecuado y estar fabricadas con materiales resistentes y flexibles para que le resulten cómodas y sean seguras para el niño.
- Deben llevar lentes de alta protección con los filtros adecuados y que sean irrompibles.
- Diseños que garanticen la mayor protección desde todos los ángulos (envolventes).
- Con puentes adaptados para que apoyen de forma adecuada en su pequeña nariz.
- Monturas adaptadas para poder colocar una cinta elástica que garantiza una mayor seguridad.
- Homologadas. En la etiqueta debe aparecer el símbolo CE que nos indica que se ajustan a la normativa europea.
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