Aunque sin duda alguna todos consideramos que el oído es un órgano muy importante, no solemos prestarle demasiada atención, a no ser que surja algún problema. El oído se encarga de la audición y de mantener nuestro sentido del equilibrio, por lo que una buena salud auditiva es fundamental para que ambas funciones se desarrollen de forma adecuada.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) unos 360 millones de personas en todo el mundo sufren una pérdida auditiva y en torno al 50% de los casos se podría evitar con una serie de cuidados y medidas preventivas.
El cuidado e higiene del oído son importantes para mantener una buena salud auditiva. Te dejamos unos consejos para proteger tus oídos
Limpieza de los oídos
- No utilizar bastoncillos para limpiar los oídos. Aunque es una práctica muy extendida, el uso de bastoncillos no es recomendable ya que pueden dañar el oído.
- No introducir objetos extraños o utilizar sustancias como aceites, soluciones salinas, agua oxigenada, etc. Para la limpieza de los oídos solo se deben utilizar productos específicos para los mismos y bajo prescripción médica.
- La cera de los oídos o cerumen se produce para protegerlos y evitar que entren a las zonas más internas del oído posibles gérmenes y otros elementos como el polvo y la suciedad exterior. Por lo tanto, no debemos eliminar la cera del oído y mucho menos utilizar bastoncillos u otro tipo de objetos. Lo que podemos conseguir en estos casos es eliminarla o empujar la cera hacia el interior del oído, lo que puede provocar daños en el tímpano. La cera debe retirarse cuando haya una indicación del médico o especialista en salud auditiva.
Protege tus oídos
- Tomar precauciones durante el baño en piscinas, baños públicos, pantanos, lagos, mar, o lugares donde el agua puede estar contaminada. La aparición de otitis es frecuente en estos casos. Hay que vigilar dónde nos bañamos y, para evitar riesgos, después del baño es recomendable que nos duchemos y sequemos posteriormente bien los oídos.
- Acudir al otorrinolaringólogo o al Centro Auditivo en el caso de dolor, inflamación, zumbidos, secreción del oído, sensación de taponamiento o cualquier molestia en el oído ya que pueden desencadenar en un problema de audición. Igualmente, es recomendable consultar al especialista si notamos pérdida auditiva, aunque esta sea mínima.
- Realizar revisiones periódicas con el otorrinolaringólogo o especialista en salud auditiva. Es fundamental acudir al especialista y realizar una prueba de audición al menos una vez al año, especialmente a partir de los 50 años o si existen factores de riesgo (antecedentes familiares, exposición al ruido, etc.).
- Evitar los ambientes ruidosos y el tiempo de exposición a sonidos muy intensos (reproductores de música, discotecas, etc.).
- Utilizar protección auditiva en ambientes laborales en los que haya una exposición continua al ruido.
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