Las causas de las pérdidas de audición pueden ser diversas. Pueden ser congénitas, es decir que la hipoacusia está presente desde el nacimiento, o tener un origen adquirido.
Entre las causas más frecuentes de los déficits auditivos se encuentran:
- Hipoacusia hereditaria o sordera congénita hereditaria.
- Exposición reiterada a ruidos intensos.
- Envejecimiento (presbiacusia).
- Infecciones de oído.
- Traumatismos o daños físicos en el oído.
- Tratamientos con determinados fármacos (ototóxicos).
- Complicaciones durante el embarazo y parto.
Si bien en determinados casos no podemos controlar los factores que desencadenan la pérdida auditiva, en otros casos el déficit auditivo se origina por causas evitables. Por ejemplo, la exposición prolongada al ruido, la contaminación acústica o las infecciones son factores que pueden prevenirse.
Consejos generales para cuidar los oídos y evitar la pérdida de audición
- Evita la exposición a ruidos intensos. Los ruidos ambientales y la contaminación acústica pueden causar pérdidas de audición. Siempre que puedas evita los lugares ruidosos, calles con mucho tráfico, obras de construcción, lugares de ocio con mala acústica (bares, restaurantes, cafeterías muy ruidosos, etc.).
- Controla el ruido de los aparatos domésticos. Intenta no conectar al mismo tiempo aparatos muy sonoros (lavadora, aspiradora, campana extractora, etc.). Siempre que sea posible es recomendable comprar aparatos con la menor potencia acústica posible.
- Baja el volumen de la televisión, radio, y reproductor de MP3. Los reproductores de música no deben de utilizarse más de una hora al día y a un volumen inferior al 60% del máximo posible.
- Si en tu lugar de trabajo estás expuesto a ruidos intensos utiliza equipos de protección.
- Protege tus oídos de las infecciones. Seca bien los oídos después de la ducha para evitar la humedad, que esta propicia la aparición de infecciones. Si notas cualquier molestia en el oído acude al médico o a un especialista en salud auditiva.
- Para el baño en playa o piscina y para practicar natación utiliza tapones para los oídos. Si son a medida y de un material hipoalargénico y flexible que se adapte bien al oído, mejor.
- No utilices bastoncillos para los oídos ni introduzcas ningún tipo de objeto, ya que pueden dañarlos.
- En el caso de los niños si detectas un retraso en el desarrollo del habla o en el aprendizaje acude a un centro especializado en salud auditiva para que valore su capacidad auditiva.
- Acude al Centro Auditivo para realizar una revisión de la audición cada cierto tiempo. Sobre todo, a partir de los 50 años es importante ya que pueden empezar a manifestarse la presbiacusia o pérdida auditiva asociada al envejecimiento.
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